Esta semana ha sido una montaña rusa de emociones y descubrimientos. He estado prestando atención a las influencias astrológicas y, ¡vaya que han hecho su magia en mi vida! La energía de la Luna me ha guiado a observar más de cerca mis hábitos y deseos, y he sentido que era hora de actuar.

Cuando la Luna estaba en Virgo, algo dentro de mí se despertó. Sentí la necesidad de mover mi cuerpo, de hacer ejercicio, de inscribirme en un gimnasio. No era solo un capricho; era como si mi cuerpo me estuviera gritando que era hora de cuidarlo mejor. Así que me lancé a buscar precios de inscripciones y opciones de clases. Este impulso de tomar acción me hizo reflexionar sobre cuánto tiempo había pasado sin darle a mi cuerpo el movimiento que realmente necesitaba.

Luego, con la Luna en Libra, el enfoque se trasladó a mis relaciones. Me encontré buscando colaboraciones para mi próximo taller, queriendo conectarme con personas que compartieran mi pasión. Pero, de repente, un miedo se coló en mí: el miedo a "jugar pequeño". Estaba allí, preguntándome si debería atreverme a colaborar con cuentas más grandes. ¿Y si me rechazan? Este momento de vulnerabilidad me recordó que, aunque la duda pueda ser incómoda, también es una oportunidad para crecer.

Finalmente, la Luna se movió a Escorpio y tuve una sesión intensa con alguien que tiene una energía escorpiana poderosa, justo como yo. Mientras hablábamos, me hizo cuestionarme: ¿así es como me comporto? ¿Realmente creo que lo sé todo? Este encuentro me hizo darme cuenta de que, a veces, necesitamos un espejo que nos refleje no solo lo que somos, sino también lo que podemos llegar a ser.

He aprendido que estas energías cósmicas nos invitan a observarnos, a tomar decisiones y a ser valientes. En esta semana, he sentido la transformación en cada paso, desde mover mi cuerpo hasta enfrentar mis miedos. Así que, si te encuentras en un momento de cambio o reflexión, recuerda que estas energías están aquí para apoyarte. A veces, solo necesitamos dar ese primer paso y permitirnos fluir con el ritmo del universo.

La vida es un constante volver a empezar. Cada semana es una oportunidad para aprender más sobre nosotros mismos y hacia dónde queremos ir. Así que, aquí estoy, lista para seguir explorando, sintiendo y creciendo. Espero que tú también lo hagas.

Mantente atenta a la siguiente entrada, donde seguiré compartiendo cómo voy viviendo la astrología día a día y las lecciones que cada experiencia trae consigo.

¡Hasta la próxima!

Esta soy yo, Ximena, explorando su Ciclo Estelar